“Estoy triste”: El susurro del más allá que estremeció mi alma

yo pregunto «¿Juanma,estas bien?

¿Me puedes decir porque llorabas,porque llorabas?

Segundos exacto 20 y 21 del audio se escucha la entidad que dice:

«ESTOY TRISTE»

Hay momentos en que una simple frase contiene el eco de otro mundo. Esta es la historia de una de esas frases.

Durante una de mis sesiones de transcomunicación instrumental, encendí mi vieja radio de válvulas Fidelio, compañera fiel en este camino de búsqueda espiritual. El objetivo era el mismo de siempre: intentar contactar con mi hermano Juanma, fallecido en 2014.

Aquel día, algo se sentía diferente. El ambiente estaba cargado de una electricidad sutil. Hice mi pregunta con la esperanza de que, una vez más, se abriera el canal:

¿Juanma?

¿Estás bien?

¿Me puedes decir porque llorabas?

Es que resulta que cuando salió de mi casa por última vez(fui la última vez que lo vi)lloraba.

Silencio. El murmullo estático de la radio llenó la habitación durante varios segundos… hasta que, casi al final de la grabación, se escucha algo que me paralizó:Una voz, metálica pero claramente humana, dice con fuerza contenida:

«ESTOY TRISTE»

El fragmento: una vibración emocional desde lo invisible

No es un ruido, ni una interferencia. Es un mensaje muy claro.

No solo por el contenido, sino por cómo esta dicho: la frase resona con emoción, con un peso real, con una energía que traspasa el aparato. Como si mi hermano, desde otra dimensión, me estuviera hablando. Y no para pedirme algo, sino para compartir su estado emocional.

Reflexión: ¿Puede haber tristeza en el otro lado?

Siempre pensamos que los que parten encuentran paz… pero, ¿y si no siempre es así?¿Y si sus emociones aún vibran en una frecuencia que podemos captar?¿Y si su tristeza es una forma de comunicarse, de seguir vinculados a nosotros?

Esta experiencia cambió mi forma de entender la muerte. Ya no veo la tristeza como algo negativo, sino como un puente. Porque sentir tristeza también es una forma de amor.

Conclusión

Esta grabación no es solo un fenómeno extraño. Es un testimonio. Una voz real, una emoción auténtica, un puente entre dos planos de existencia.Y sobre todo, es una invitación:A escuchar con el alma.A abrirnos al misterio.Y a reconocer que incluso la tristeza, cuando proviene del amor, es una señal de que aún estamos conectados.